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En busca del Lince



-De nuevo, vuelvo a retomar una actividad relacionada con el turismo fotográfico, en el cual pretendo a través de la nueva web mejorada con cambios y proponer viajes y rutas fotográficas por nuestra geografía, en viajes organizados para conocer, aprender y disfrutar de la fotografía por aquellos lugares de interés fotográfico. Bien por sus paisajes, monumentos, entornos o fauna y que pronto conocereis para ofrecer cualquiera de estos viajes organizados, con un nº limitado de personas para garantizar el buen desarrollo de aquellas actividades que susciten el ánimo de viajar por España, en fechas y lugares concretos que iremos ampliando.


-Nuestro primer y no último viaje, por las fechas en la que nos encontramos, ha sido al Parque natural de la Sierra de Andújar, cuyo atractivo principal, que no el único, ha sido encontrar a uno de los mamíferos más amenazados de nuestra geografía, el Lince ibérico. Cuya población estable en este entorno natural, nos permite transcurrir por él sin problemas para su observación y posibilidad de fotografiarlo o documentarlo cdon un poco de suerte.


-La idea de conocer junto a personas que tengan la misma afición por estos parajes naturales y es nuestra máxima a la hora de organizarlos donde compartir conocimientos, disfrutar, aprender fotografía y adquirir conocimientos de aquellos lugares dignos de ser visitados con una forma cómoda de viajar, un vehículo de varias plazas para que los viajes a parte de más económicos estén mejor organizados logísticamente y que nos permitan cierta movilidad y compañerismo. Todo ello debidamente organizado para que nuestra estancia sea lo más agradable y fructífera. Aprovechar al máximo nuestra estancia y ver todo aquello que nos permita el día practicando y haciendo reportaje fotográfico de aquello que nos interese o improvisemos. Solo tú decides si quieres hacer algo distinto y contarlo gráfica y visualmente. La única condición que ponemos es que te guste.


BUSCANDO AL LINCE


Día 27/01/2017

-Llegamos a Andújar sobre las 15´30h, el viaje muy agradable, comentando las posibilidades que tendríamos a lo largo del fin de semana por estas tierras que yo conocía pero que hacía tiempo no volvía a visitar, unas fechas donde el "gato" salvaje, anda en celo por los montes donde desarrolla su actividad reproductora y se asienta con individuos estables y reproductores. A pesar del viaje lluvioso durante toda la jornada de viaje, unas 4 horas y media, toda hacía presagiar según la previsión que tendríamos buen tiempo ya que con anterioridad teníamos puntualmente previsto y que así fue con acierto por los días que posteriormente disfrutamos. Una vez, instalados en un entorno privilegiado dentro de la sierra, una casita rural perfectamente acondicionada para nuestra corta estancia y la cual nos servía exclusivamente de descanso y recogimiento después de cada salida por la sierra de Andújar, limpieza, comodidad y charlas en torno a la mesa en la cena entre amigos y compañeros de andaduras naturalistas y fotográficas.

Llegada a la Casa Rural en plena Sierra de Ándujar, comodidad, preciosas vistas y buen trato, al acabar el día no hay mejor marera de comentar en torno a la mesa y buena cena, los momentos vividos durante el día, descanso asegurado para la siguiente jornada.

-Una vez ubicados los pertrechos que traemos con nosotros, lo primero era aprovechar las horas de luz que aún podíamos disfrutar, con entusiasmo y ganas de conocer este lugar concurrido por visitantes respetuosos del gran felino endémico de nuestro País. Nos encaminamos a una de las zonas donde se puede encontrar al susodicho, con más o menos suerte en cuanto a su presencia, pero no importa, solo buscarlo por estos parajes ya merece la pena y el gusanillo es algo inexplicable si no se vive. A pesar del nubarrón y algunas primeras lloviznas durante el viernes que llegamos, no desesperamos en nuestro primer intento con el fin de dar a conocer a los primerizos los lugares de campeo del lince y otros mamíferos y aves que se pueden localizar. Las ganas de verlo o intuirlo dejaron atrás un recorrido de unos 475 km de viaje, aquí no hay cansancio o desfallecimiento una vez entras en el monte cuyo único y agradable sonido es el de la propia naturaleza y alguna que otra risa burlona de amigosque compartimos vivencias de este tipo. No se puede explicar si no lo vives, pero contarlo ya es toda una satisfacción por esos recuerdos que perdurarán por siempre.

Pocas horas de luz la primera tarde nada más llegar para ver el recorrido, ya los primeros mamíferos que nos encontramos, tirando de ISO, a pulso desde la ventanilla del vehículo como testimonio de lo que acontecería en días posteriores por estos campos.

Una vez reconocido el terreno, una merendola en pleno monte, primer asalto sin grandes pretensiones pero con gran ilusión para la salida de mañana.

Se acabó la joranda, pero estamos preparados para ver de noche jeje.

Día 28/01/17

-Primer día de salida seria, madrugón al canto, arriba todo el mundo a las 6 y media de la mañana, un café calentito y desayuno contundente, aquí hay que dejarse en paz de milongas y en este caso aprovechar las primeras luces cuando lleguemos y además son animales con actividad crepuscular y amaneceres sobre todo, aunque se ralentice al cabo del día o tengamos esa suerte de que se nos cruce por el camino, algo que todos soñamos. El caso es tener el máximo de horas de luz durante el día y hacer lo que nos gusta, paisajes o fauna a horas más tranquilas para ellos y más siendo fin de semana. El caso es que íbamos a quedarnos en el campo hasta la caída del Sol, con buen avituallamiento, ópticas, cámaras, sillas y trípodes. La mañana prometía debido al buen tiempo y clima que disfrutáramos de la salida campera, así como la incertidumbre de saber si lo conseguiríamos con la adrenalina a tope por todo aquello que aconteciera.


-Ya con las primeras luces del alba, eran frecuentes los avistamientos de conejos y perdices en el trayecto que hacíamos, algo que nos hace recapacitar sobre la gran densidad de los mismos en la zona y que por tanto, son una fuente de riqueza alimenticia tanto para mamíferos como para grandes rapaces que también se ven como pudimos comprobar el primera día, imperiales, reales, perdiceras, gavilanes entre otros y que pudimos observar y documentar a una distancia prudencial como testimonio de ello.


-Al cabo del día y después de varias paradas en puntos estratégicos, fue nuestro compañero Raúl Sancho, el que tuvo la gran suerte de verlo por primera vez, al pasar delante de su telescopio con parsimonia y durante breves segundos con las últimas luces del día, pero la adrenalina recorrió su cuerpo durante esos escasos pero interminables momentos en su memoria.- Lo tengo!!!, gritó Sancho, y todos a una nos acercamos a su lado para que nos mostrará el lugar y poder seguirlo disfrutando. Por desgracia no pudimos verlo los demás por más que lo volvimos a buscar, pero no olvidaré su cara al ser la primera vez que lo veía en libertad y en su hábitat, no podíamos estar más entusiasmados y contentos porque al menos uno de nosotros lo había localizado. Regreso al caer la noche con relatos y risas de la jornada vivida.


La primera foto de la mañana, brumas matinales y nubes que nos harian de filtro natural en este bello paisaje que ibamos a recorrer.

Amanece (foto de _Carlos Iglesias)

Primer lugar de destino, vistas desde el mismo camino de la serranía donde campea el protagonista de nuestra andadura por tierras andaluzas.

Primeros ciervos calentandose con los primeros rayitos de Sol en la Sierra de Andújar.

Buenos machos se dejan ver por aquí.

Conejos vistos en casi todo el trayecto..con eso casi se explica todo el porqué de poblaciones estables del Lince

Una de las primeras paradas donde algunos naturalistas ya escudriñan el monte en busca del Lince ibérico

Carlos Iglesias, uno de los naturalistas que emprende junto al que suscribe esta iniciativa, gracias a su tesón y (aparatejos) no se nos escapa nada.

Raúl Sancho, guía experimentado en la Empresa MonfragüeVivo y compañero, tampoco quiso perderse el avistamiento de este singular félido

Tacho y Dani, dos amigos fotógrafos de naturaleza y paisanos, ellos tampoco quisieron perderse la oportunidad de divisar en su entorno al "gran gato".

Por supuesto, yo tampoco me lo quería perder de nuevo, aquí se repite siempre que se pueda.

Atardecer en la sierra de Ándujar, al fondo el santuario de Ntra. Sra. de la Cabeza.

Ya descansando, señalamos al ganador del día, como no podía ser de otra manera llevaba amuleto.

Día 29/01/17

-Éste último día, como los demás nos levantamos temprano de nuevo, aún si cabe con más esperanza de volver a ver a nuestro Lince "perdido", en esta ocasión recorrimos a primera hora otra de las zonas de avistamiento que ayer visitamos por la tarde, para cambiar la suerte o ver si según nos indicaban también otros visitantes se los podía localizar. No es siempre seguro verlo y menos que se te cruce en el camino, pero existe esa posibilidad y es lo que nos mantiene ilusionados y vivimos con intensidad en estas jornadas, por lo tanto nos dirigimos en esta mañana soleada pero con diversas nubes a comenzar por la zona del "Encinarejo" donde transcurre el rio Jándula, que también es zona lincera y de nutrias que se pueden ver a veces con facilidad. De hecho cuando llegamos acababan de ver unos chicos que durmieron en el coche al "fantasma del monte", que acaba de pasar alejándose hacia el interior de la sierra y la nutria que también les había alegrado el día. Montamos "chiringuito", sacamos las sillas cual domingueros, y en un tramo del camino con buenas vistas nos tomamos el primer café de la mañana acompañado de dulces mientras buscamos indicios que nos hicieran intuir su presencia, a veces otras aves como urracas, rabilargos, etc. Se ponen nerviosos alertando peligros y nos muestran donde mirar. Aunque no tuvimos suerte, pero el amanecer y el paisaje ya nos mereció la pena, a recoger y a otra zona de nuevo.


-Volvíamos por nuestros pasos y nos encaminamos otra vez a la zona de la Lancha, cuyo día anterior habíamos localizado a un individuo, en el camino de nuevo, atestado de conejos que nos salían al paso, junto con perdices que canturreaban a sus anchas encima de las moles de granito bañadas por el verdoso y colorido musgo. La idea era colocarnos en una zona más cercana al anterior lugar donde perdimos la pista al Lince, no es que fuera una estrategia pensada, simplemente por cambia de lugar en un principio, ya que la movilidad de estos animales es relativa e imprevisible, dependiendo de la hora, temperatura, alimento o ciclo biológico. Cuando llegamos al lugar previsto, ya había alguna persona mirando por sus telescopios y prismáticos, algunos buenos conocedores de la zona y acostumbrados a distinguir al félido entre la espesura del monte bajo, tanto es así, que a los 10 minutos una chica muy amable y experta en estas lides nos advirtió de que había localizado uno cerca de donde nosotros estábamos. Después de buscar y rebuscar, nos apareció el susodicho, completamente a su aire sentado y desperezándose sin problemas. Prueba conseguida, todos esta vez lo vimos y disfrutamos durante largo rato, estupefactos y sonrientes nos abrazamos cual niños y sonreímos de nuevo, es una experiencia que no se puede contar si no se vive, al estar viendo uno de los félidos más protegidos y escasos del mundo. Por ello, no tiene precio para el recuerdo aunque no haya fotones que así lo determinen, pero es un buen comienzo para seguir buscando la suerte, que a buen seguro lo seguiremos inentando.


Comenzamos la jornada escudriñando el monte, Raúl Sancho al "volante óptico"

Daniel Gonzalez, tambien hacia acopio de la óptica para intentar descubrir al Lince.

Los cuatro miembros y el que suscribe de esta aventura en plena naturaleza, por tierras andaluzas que no todo es Monfragüe.

Algunos observatorios donde poder estar al abrigo del tiempo y observar sin ser observados

Mientras esperamos, algunos nos dedicamos a sacar la artillería y dejar alguna muestra de estos parajes

Aunque todo tiene que estar preparado por si salta la "liebre"

No estamos solos, siempre hay más ojos que miran en estos parajes

Así me gusta ver a los toros, en la tranquilidad de su finca

No solo los toros están tranquilos en esta mañana

A lo largo de la jornada siempre algún "machito" de ciervo nos sale al paso.

Igual que los conejos, las perdices campean a sus anchas por el bosque mediterraneo

No todo fueron animales de suelo, tambien de cielo, imperiales adultos y jóvenes, nos despidieron

Alguna que otra curiosidad para rematar la jornada, una jabalina, preparando la cama para parir, salvaje y en una finca particular, humanizada?? nose pero tiraba unos viajes que cuidadito

-Y así, todo termina, pero lo más gratificante es ese recuerdo y vivencias de aquellos lugares que tenemos que conservar, para ello somos participes de mostrarlo y contarlo...

HASTA LA VISTA ANDÚJAR Y SIERRA MORENA, VOLVEREMOS...


LOS CONSEGUIMOS:

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