El pequeño pescador...
Recuerdo tiempos pasados donde caminaba por la orilla del rio, prismáticos en mano en busca de una pequeña ave de colores llamativos y que emitía un sonido muy particular en vuelo. Buscaba al Martín pescador, un pajarillo de vuelo rápido y rectilíneo sobre los rápidos del Jerte. En el momento menos pensado aparecía de repente saliendo de una orilla y desaparecía de mi vista con igual rapidez corriente abajo, alertado por mi presencia, eran pocos minutos pero siempre gratificantes.
Cuando decidí como fotógrafo de naturaleza o más bien aficionado a intentar fotografiar todo lo que acontecía en mis salidas al campo, este fue uno de los primeros alados que quise intentar fotografiar, después de tiempo y seguimiento lo más fácil era localizar sus posaderos donde frecuentaba en buscar de su alimento, variado en sus presas y dependiendo si era en los ríos o en las lagunas que también habita. En los primeros, pequeños y no tan pequeños peces y en lagunas y charcas, renacuajos, cangrejos de rio y otros pececillos de aguas estancadas.
La primera vez que lo tuve frente a mi escondido en un aguardo me sobresalté, ya que entre el sonido que emitió y su llegada al posadero estratégicamente montado por mi pasaron escasos segundos. Sus movimientos espasmódicos de cabeza y cuerpo en busca de la mejor posición y visión eran llamativas y delataban su comportamiento pescador que en breve sucedería. Todo dispuesto para que así pasara y subiera con tan suculento premio al palito que cuidadosamente había preparado para el en su zona de pesca. Normalmentesuelen encontrarse a la sombra donde buscan pasar mas desapercibidos y así estar menos a la vista de sus posibles predadores, con ello igualmente evitará supongo reflejos en el agua que le impida divisar con eficacia sus presas.
Al cabo de los años en su compañía y fotografiarlo por distintos lugares solo me quedaba un reto, inmortalizarlo bajo el agua en uno de esos lances. Así pués con la inestimable compañía de mi amigo Jesús Rodríguez, otro viejo conocido por sus trabajos de campo, nos pusimos en marcha para que esa fotografía que teníamos en mente pudiéramos llevarla a cabo. Tres meses de trabajo y seguimiento para lograrlo y aunque los medios no fueron los que nos hubiera gustado tener, conseguimos algo inédito como fotógrafos y es mostrar cómo se zambullen desde una perspectiva hasta entonces desconocida en este pequeño pescador.
