La "joya" del P.N. de Monfragüe
Situado cerca de la entrada Este del Parque Nacional de Monfragüe, "La Portilla del Tiétar", se ha postulado como uno de los observatorios de aves rapaces más importantes a nivel europeo, en cuanto a visitas por parte de ornitólogos y curiosos admiradores de las aves ibéricas. Si algo lo caracteriza para llegar a ese estatus, es sin duda el avistamiento de una de las rapaces diurnas más emblemáticas de la península ibérica, el Águila Imperial Ibérica (Aquila adalberti). Un ave endémica de la península, estrechamente protegida y con unas pocas parejas reproductoras que estuvieron al borde de la extinción figurando en el libro rojo de especies amenazadas. Ahora su recuperación va en aumento, con unas 250 parejas que se limitan a un reducido espacio segmentado por Andalucía, Castilla La Mancha, Castilla y León, Extremadura y Madrid. Y aún con cierto riesgo y amenazas que la hacen vulnerable a la alteración de su territorio y zonas de reproducción.
Es por ello, que aparte de ser una rapaz esquiva y reticente a la presencia del ser humano, se haya habituado a ser observada por multitud de turistas y observadores de fauna salvaje en un enclave tan concurrido como el Parque Nacional de Monfragüe, en Extremadura. Aquí hace unos pocos años ha encontrado un lugar donde ubicarse y reproducirse en su ecosistema de monte mediterráneo, donde encuentra grandes alcornoques para construir en sus copas, las plataformas que le servirán de nido y así llegar a reproducirse y criar a sus polluelos ante el asombro de muchos de los visitantes que pasamos por allí o acudimos con frecuencia. Comparte territorio junto a otras grandes rapaces como los buitres leonados que acaparan los salientes rocosos del farallón granítico de la "Portilla del Tiétar". En este caso, y al ser territoriales son muchos los momentos que nos ofrece en su observación, al pugnar por el territorio aledaño a su cubículo formado de palos que escoge debidamente para transportar al nido, en pugna con los grandes buitres que en estas fechas también hacen lo propio.
Así pues, los escarceos con estos grandes alados se suceden sin cesar, picados, trifulcas, desplumes y otras acrobacias nos deleitan en el comportamiento agresivo de estas fechas en las cuales el celo de las rapaces se hace más patente y habitual. Pocas veces se consigue disfrutar u observar este comportamiento en plena naturaleza y a escasos 300mt, en un observatorio público atestado de personas y curiosos ante tan imponente escenario natural y salvaje. Muchos fotógrafos, queremos inmortalizar ese comportamiento que se ofrece a nuestros ojos y así lo mostramos para sentirnos orgullosos de una de las aves más bonitas, agresivas y escasas de nuestra geografía.
Cuantos momentos vividos y compartidos con amigos, visitantes y conocidos, que allí nos damos cita y que suscita en nosotros ese interés por retratar cualquier acontecimiento en torno a esta "joya" emplumada que con su canto característico nos advierte que va a empezar el espectáculo gratuito en plena naturaleza y digno de Monfragüe, quien se lleva el galardón de ser el único del mundo donde poder a simple vista sorprendernos con tan bellos momentos y vivencias. Y si a esto le sumamos que en un mismo lugar y día podemos encontrarnos ante nuestros ojos, con la Nutria, el Buitre negro, la Cigüeña negra, el Alimoche, el Búho real, el Águila perdicera, gavilanes y la reina de las aves como la Real, pués que más os voy a contar.
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