"A mal tiempo, buena cara"
- Jose L. Rivero
- 12 abr 2016
- 2 Min. de lectura
-En ocasiones puede que nos encontremos con momentos inapropiados para obtener la mejor luz en cuanto a fotografía se refiere, algo que según los entendidos es fundamental para obtener una buena fotografía. Y estoy de acuerdo, intentando coincidir con las luces menos duras al crepúsculo o al amanecer o bien recurrir a filtros naturales tamizados por nubosidad latente pero no excesiva. Pero todo depende lo que busquemos.

A pesar de todo y cuando el día a capricho cambia repentinamente, tenemos otras posibilidades que quizás no nos planteamos y muchas veces por no intentar buscar esos momentos propicios de luces incidentes sobre cielos cubiertos y que nos facilitan unos fondos para crear algún paso alto posterior o bien destacar a nuestros protagonistas sobre "algodones" oscurecidos por la tormenta. Hoy día algunos de nuestros equipos fotográficos nos permiten manipular parámetros y alterar factores en contra, como el aumento de ISO sin demasiado ruido y así paliar las dificultades de velocidad de obturación y diafragma cuando se trata de controlar vuelos de aves que necesitan de congelar esos movimientos repentinos, incluso sobreexponiendo para compensar los inapropiados contraluces.
-Y por qué entonces dejar de disfrutar de la fotografía de naturaleza o en este caso del vuelo de las aves y con ello ponernos retos y probar hasta donde podemos obtener resultados interesantes. A veces no hace falta tanto esfuerzo o preparación, porque tenemos a pocos pasos de nuestras casas posibilidades fotográficas y creativas, solo tenemos que acercarnos en estas fechas a lugares donde las aves del entorno humano se afanan en los preparativos de la reproducción que ahora les toca. En pueblos y ciudades circundantes siempre localizaremos algún edificio de construcción antigua, iglesia, ermita que con sus oquedades entre la piedra de sus muros contribuyen a favorecer cubículos para la construcción de nidos de algunas aves urbanas. Cigüeñas, grajillas, estorninos, primillas y palomas, nos pueden ofrecer espectáculos diferentes y llamativos, e incluso dejarnos sorprender por los oportunistas milanos que deambulan en busca de despistados sobre el tejado.
-Busca los mejores lugares, encuadres y solo con paciencia disfrutarás de vuelos, quiebros, peleas, cebas o lo que realmente te llame la atención. Y lo mejor de todo...a veces con una cerveza y una buena tapa al lado entre foto y foto. No pongas mala cara al tiempo, y aprovéchalo.




















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